Asuntos astronómicos sobre el año nuevo
Por: Carlos Alberto Díez Fonnegra, Decano de la Facultad de Matemáticas e Ingenierías e integrante del grupo de astronomía Astro-K.
A las 00:00 horas del 1º de enero que acaba de pasar, la mayoría de nosotros estábamos con nuestras familias y allegados celebrando que 2016 había terminado y que empezaba 2017. Este mismo hecho, que ya había sido celebrado por parte de la humanidad y estaba por ser celebrado por otra, tiene un carácter social cuyo origen es un hecho astronómico: “una rotación completa de la Tierra alrededor del Sol”, sin embargo, como veremos en esta entrada de nuestro blog, ni es una rotación completa, ni es alrededor del Sol (estrictamente hablando), ni ocurre a las 00:00 horas.
Empecemos por lo más obvio. Los seres humanos medimos más o menos arbitrariamente el tiempo, es decir, nos basamos en algunos hechos astronómicos para hacerlo, pero combinamos estos hechos con algunas convenciones sociales. Los hechos astronómicos más relevantes que usamos para medir el tiempo son:
- La Tierra gira alrededor de su eje periódicamente. A cada giro de la Tierra alrededor de su eje lo llamamos un día.
- La Tierra gira (más o menos) alrededor del Sol de manera periódica. A cada giro de la Tierra alrededor del Sol lo llamamos un año (aunque no sea exactamente un giro completo).
Con base en estos hechos, hacemos algunos ajustes para nuestra conveniencia, porque resulta que el tiempo que tarda la Tierra en rotar sobre su eje no es un divisor exacto del tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al Sol. Medido en unidades (arbitrarias), este tiempo es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, lo que produce que cuando decimos que un año tiene 365 días, estemos cometiendo un error, que arreglamos con varias estrategias:
- Agregando un día al año cada 4 años; lo que llamamos año bisiesto, de manera que recogemos las casi 6 horas que le robamos al año cada vez que damos una vuelta al Sol.
- No agregando un día extra en los años que son múltiplos de 4 pero que también son múltiplos de 100, de modo que podamos evitar contar los 11 minutos y pico que contamos de más cada 4 años en el año bisiesto. Este tipo de años se denominan “seculares”.
- Sin embargo, solamente los años seculares que sean divisibles entre 400 serán años bisiestos; por eso el año 2000 fue bisiesto, a pesar de ser secular. Esto se hace con el fin de cuadrar mejor el calendario arbitrario con el calendario astronómico.
Gracias a este desfase, la Tierra no alcanza su perihelio (el día que está más cerca del Sol) el 31 de diciembre a las 24:00 horas, como debería ser si trabajáramos con el tiempo astronómico, sino que se desfasa, más o menos, según los ajustes que vayamos haciendo al tiempo arbitrario. Este año, el perihelio se dio el 3 de enero (que, por cierto, es el día en el que la Tierra se mueve con mayor velocidad alrededor del Sol).
Por otra parte, no todos los seres humanos celebramos la vuelta de nuestro planeta al Sol al mismo tiempo, porque hemos convenido (arbitrariamente) que el día comienza a las 00:00 horas y que es ahí cuando debemos celebrar el paso del año. Sin embargo, si nos basáramos en el tiempo astronómico, tendríamos una hora común para todo el planeta, pero las actividades en cada región del mundo se harían en horas diferentes; es decir, supongamos que en Colombia se empezara la jornada a las 8:00, entonces en otra parte del mundo, también serían las 8:00, pero para esa parte del mundo, sería hora de ir a dormir. O sea, que no preguntaríamos “¿qué hora es en España?” sino “¿qué están haciendo en España a esta hora?”.
Por último, en esta entrada hemos dicho varias veces la frase “alrededor del Sol”, la cual es usual cuando hablamos del fenómeno de traslación de la Tierra, sin embargo, estrictamente hablando, la Tierra no gira alrededor del Sol. Veamos esto en otro planeta del sistema solar donde este hecho sea más evidente: Júpiter.
El baricentro es el punto alrededor del cual, tanto el Sol como un planeta rotan, en una especie de baile cósmico. El baricentro está más cerca del centro del cuerpo que más masa tiene, que, en el caso del sistema solar, es el Sol.
En la imagen anterior se puede ver el baricentro de la rotación entre el Sol y Júpiter. Este baricentro es el único que está fuera del Sol entre todos los de los planetas del sistema solar, y esto ocurre porque Júpiter tiene mucha masa (2,5 veces la suma de las masas del resto de planetas del sistema solar). En el caso del resto de planetas de nuestro sistema, el baricentro de rotación está dentro del Sol, pero en ningún caso coincide con el centro del astro rey y, por lo tanto, estrictamente ningún planeta del sistema solar gira “alrededor del Sol”, sino alrededor del baricentro del sistema Sol-planeta.
Y aunque nuestra forma de medir el tiempo sea medianamente arbitraria, les deseo que este 2017 sea un año del que nos sintamos orgullosos.